domingo, 12 de junio de 2011

André Carrillo tiene muchas ganas de estar en la Copa América pero sabe que no depende de él

                                                                                 (Foto: peru21.pe)
Lo catalogaron como la ‘gran promesa’ del fútbol peruano. Deslumbró a todos en el Torneo de Reservas del 2010, quedando tercero con Alianza Lima ese campeonato. Jugó el Sudamericano Sub 20 que se realizó en nuestro país, donde quedamos eliminados y no pudimos realizar una gran campaña porque no pudimos pasar la fase de grupos. André Carrillo no fue decisivo en este torneo, aunque ya se había ganado un puesto en el equipo titular dirigido por Gustavo Costas. Anotó tres goles en cinco partidos que jugó el Descentralizado de este año y fue vendido al Sporting de Lisboa. Gran negocio ¿no?

Carrillo apunta que tiene todas las ganas del mundo de poder jugar la Copa América, pero que la decisión pasa por las manos de Sergio Markarián. “Estoy con todas las ganas, pero no depende de mí. Todos quieren estar, todos quieren jugar. Normal, yo no estoy en la lista y lo voy a tomar de la mejor manera”.

Consultado sobre la exigencia del trabajo respondió que “la verdad hay mucho trabajo físico, ya que está cerca el torneo. Hubieron unos test con los cuales nos decían quienes tenían mejor capacidad física”. Se refiere a los trabajos que viene realizando con los especialistas españoles que contactaron cuando tuvieron la gira por Europa y enfrentaron a Ecuador en Holanda.

Se siente feliz de poder compartir con los demás seleccionados la convivencia de los entrenamientos y a su corta edad se proyecta a poder jugar con ellos en algún momento. “Muy contento. Con todas las ganas de jugar con ellos”.

A final, le preguntaron sobre la relación que tiene con Alberto Rodríguez, quien desde ahora será su compañero en el Sporting de Lisboa. A lo que respondió: “Ya conversé con él y me está aconsejando.” Esto debe de ser fundamental, ya que Carrillo tendrá en Rodríguez a un compatriota que lo apoye y aconseje en todo lo que necesite. Se da el mismo caso que sucedió con Paolo Guerrero cuando llegó al Bayern Munich y Claudio Pizarro ya estaba en dicho club. Ayudo a que la adaptación de Paolo sea más rápida y no lo afecte. Esto debe de suceder con Carrillo, para que no solo quede en una simple y cada vez más recurrente, ‘promesa’. 

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